19 noviembre 2009

Flagrante

Es jodido ser abogado del diablo. Y lo es más si el diablo te ha jodido. Pero hoy voy a serlo. Todos los medios hablan hoy del gol con el que Francia se ha clasificado para el Mundial 2010. Resumiendo, Thierry Henry controla con el brazo un balón, lo cede a Gallas que empata el partido eliminando así a mi querida Eire. La jugada, además, venía precedida de un fuera de juego de Squillaci.



Luego lo lógico sería, aparte de despreciar la trampa de Henry, mirar al árbitro y su error flagrante. No son pocos los que lo han acusado de favorecer, con premeditación y alevosía, a los gabachos. Y aquí es donde entro. Estuve viendo parte del partido, la recta final del segundo tiempo y la prórroga. Si el trencillas, el señor sueco (no más chistes fáciles, por favor) Martin Hansson hubiese querido, realmente hubiera arbitrado bajo directrices de monseieur Platini, podría haberlo hecho mucho antes y en una jugada en la que difícilmente alguien le podría haber achacado nada. En un contraataque Anelka (gensanta lo que ha madurado este hombre desde que pasó por Madrid) se plantó solo ante Given, portero irlandés. Este entró a por el balón, y el delantero acabó por los suelos. No pitó nada y la repetición le dio la razón. Bien pudo haber pitado penalti para Francia y expulsión del meta. No lo hizo.

Le exigimos, sin embargo, al árbitro que sea capaz de ver, dentro de la maraña de irlandeses que había en el área, cómo un tramposo controla durante un segundo el balón y se deshace de él (lo de criticar el fuera de juego me parece patético, puesto que en cada partido esa situación se da lo menos 10 veces, y el porcentaje de acierto es, cuando menos, bajo). ¿Cuál es el problema? Que una cámara plantada justo donde estaba sucediendo la jugada lo grabó todo sin perder detalle. Más que acusar al árbitro, a la FIFA, a Platini y de hablar de una conspiración internacional pro-La-France, este hecho debería abrir de una vez por todas el debate de la idoneidad de las ayudas tecnólogicas para el arbitraje. Porque, por ahora, en el fútbol vale todo para ganar. Jugar bien, mal, limpio o con trampas. Las tres primeras opciones son válidas. La cuarta se podría evitar.

2 comentarios:

TaniT dijo...

Supongo que lo que más pica es que siempre va a recaer la suerte, más o menos ayudada de terceros, en los mismos...

Miguel Tapia-Ruano dijo...

¿La suerte cae siempre en los mismos? Naaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhh. ¿Por qué lo dices? XD