28 septiembre 2005

Al fin y al cabo, ¿qué es el fútbol?

Dentro de mi repertorio de pensamientos poco existencialistas, alejado de rayadas diversas, muchas veces pienso... "realmente, ¿qué es esto del fútbol?", ya que a veces me dejo llevar por corrientes "intelectualoides". Estas corrientes suelen definir al deporte rey (en lo JJ.OO. ya es otra cosa) como 22 tíos que le pegan patadas a un balón... Nada más lejos de la realidad que querer simplificar hasta la base este deporte, que por cierto, me recuerda mucho a esos detractores de los deportes del motor, que los consideran como "tíos dando vueltas por un circuito".

El fútbol es, en la más absoluta de sus esencias, en su embrión, sí son 22 tíos golpeando a un balón. 22 o 14, 5, 3... que sólo buscan pasar un buen rato. Pero el fútbol de élite de hoy es más parecido a una partida de ajedrez que a cuatro críos pegándole patadas a algún objeto que pretende asemejarse a una esfera. 11 figuras (por el término ajedrecístico), compuestas por peones, torres, caballos, alfiles, reyes y reinas. La magia del fútbol de calle queda reducida a cuatro privilegiados – reinas, reyes - que deben vérselas contra peones, torres y todo lo que se encuentre por delante. El jugador (entrenador) debe alinear esas fichas a fin de dar el jaque mate, evitando posibles ataques traicioneros.

La magia del fútbol consiste en pasar de la más absoluta frialdad que supone esta sintetización a la vibración en las gradas, causada por una nueva sensación de nacionalismo transcrita a una enseña y unos colores. “El amor por un equipo” no es sino la sensación, absolutamente irracional, de todo esto. El deseo porque tu equipo, tu región, tu nación, llegue más alto, que sea la mejor. Por eso el fútbol no son 22 tíos pegándole a un balón. Por eso el fútbol es algo más. Sentimiento, pasión, alegría, tristeza, juego al límite, doble o nada.

26 septiembre 2005

El Madrid felicita a Fernando Alonso, rey de la F-1

El Real Madrid, tras conocer la proclamación de Alonso como campeón mundial de la Formula 1, ha enviado un telegrama de felicitación al asturiano. Alonso entra en la historia de este deporte como el primer español y el piloto más joven en obtener el título. Desde el Club nos sentimos satisfechos y orgullosos porque el piloto es, además, un madridista declarado. ¡Enhorabuena Fernando!

Fernando Alonso se ha proclamado campeón de la Fórmula 1 tras el Gran Premio de Brasil. En uno de los circuitos más emblemáticos, cuna de algunos de los más grandes pilotos de la Fórmula 1, el español volverá a estampar su firma en la historia de este deporte: aparte de ser el primer campeón
español de la categoría, es el piloto más joven en lograrlo. Alonso cierra así una temporada histórica a falta aún de la disputa de dos grandes premios, el de Japón y el de China. Tras la conclusión del Gran Premio, el Real Madrid ha enviado un telegrama de felicitación al que es el nuevo rey de la Fórmula 1.

El presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, ha declarado que "es la primera vez que un piloto español consigue una proeza de esa magnitud. Este triunfo llena de satisfacción a todos los madridistas. Fernando es un orgullo para el Real Madrid y un ejemplo de superación, esfuerzo, trabajo e ilusión". Alonso es un madridista confeso, amigo además de Ronaldo, quien le regaló recientemente una camiseta con su dorsal, que el asturiano conserva como un pequeño tesoro.

Sus inicios en la F-1

Su llegada al gran circo que es la Fórmula 1 se produjo gracias a Minardi y a Renault. Los coches de la primera escudería, considerada por muchos como dos chicanes (pequeñas curvas en los circuitos) andantes son, pese a todo, el mejor lugar para la iniciación de un piloto en los Grandes Premios. Renault, consciente del potencial del asturiano, apostaron por una cesión. Antes de comenzar la temporada, el equipo Minardi realizó una serie de pruebas para determinar cuales serían sus pilotos. “Al final del día Alonso resultó el más veloz con mucha diferencia, como un segundo y medio, y sobre se le veía que tenía de todo, cabeza, concentración, inteligencia, dotes que unidas al talento construyen un campeón” comentó Adrián Campos, su ex manager.

Tras un año en el que asombró a todos con su conducción a los mandos de los hierros con ruedas (otro de los motes de la escudería italiana) Renault y Flavio Briatore apostaron por él como piloto probador. No le gustó demasiado la idea, pero no tardaría mucho en hacerse con un hueco, tras la marcha de Jenson Button a BAR Honda. Con él, la marca francesa volvió a obtener una victoria en un Gran Premio (Hungría – 2003) y finalizó como el sexto mejor piloto. Al año siguiente un coche complicado y varias averías le impidieron demostrar todo el nivel que el Nano tiene. Pese a eso concluyó cuarto, sólo superado por los por entonces intratables Ferraris y por Jonson Button.

Una temporada triunfal
El inicio de la pretemporada auguraba otro año difícil para la escudería del rombo. Nada más lejos de la realidad: en el primer Gran Premio salió 13º y finalizó 3º. Desde entonces, obtuvo 4 poles y puntuó
con sus 6 triunfos, 5 segundos puestos, un tercero y un cuarto. Solamente se quedó sin puntuar en Canadá, EE.UU. y Hungría. Todo con el tercer mejor coche en velocidad punta, pero con el número 1 en fiabilidad. Durante todo el campeonato ha demostrado que el piloto más rápido con el coche más veloz no es necesariamente el mejor: su frialdad en carrera no le impide, si es necesario, hacer vueltas rápidas. Sabe administrar los recursos magistralmente. En esta última carrera comenzó con mucha inteligencia, como en todo el campeonato, consciente de sus objetivos. Pudo luchar con Montoya por el primer puesto, pero, sabedor de sus necesidades, prefirió dedicarse a mantener a raya a Raikkonen hasta que comenzó el baile de la entrada a boxes. No pudo ganar, pero tampoco se volvió loco, con la tercera plaza le bastaba con coronarse como lo que es, ¡campeón del mundo!.

De esta temporada se quedarán marcados en la memoria de los aficionados del gran Circo varios momentos protagonizados por el español: la batalla sin cuartel contra Schumacher en territorio enemigo (San Marino), o las persecuciones hasta el final a Raikonnen en el GP de Europa y a Montoya en Turquía… aparte de las celebraciones por el título mundial. Felicidades Alonso, ya eres el rey de la Fórmula 1.

13 septiembre 2005

Raúl inscribe su nombre en la Champions con letras de oro

Que Raúl es un gran jugador, uno de los mejores en la historia del fútbol español, eso pocos lo dudan. Lo que no todos saben es que hoy el capitán blanco cumple diez años jugando en Champions, y que además se puede colocar como el máximo goleador en la historia de las Copas de Europa.

Hoy es un día especial para el 7 blanco. Aparte de que hoy arranca la Champions League, el 7 blanco cumple 10 años jugando en la mayor competición de clubes del mundo. Todo comenzó como hoy, en la primera jornada de la liguilla de la Champions de 1995-96. El Real Madrid llegaba como campeón de la liga española, mientras que el Ajax lo hacía en condición de campeón de la holandesa... y vigente campeón de la Copa de Europa. Un debut por todo lo alto. El Real Madrid jugó de inicio con Buyo, Chendo, Hierro, Sanchís, Lasa, Luis Enrique, Redondo, Amavisca, Sandro, Zamorano y Raúl; mientras que del banquillo salieron Míchel y Rincón. En los holandeses jugaban Van der Sar, Reiziger, Frank de Boer, Bogarde, Ronald de Boer, Davids, Reuser, Litmanen, Finidi, Kanu y Overmars (también jugaron Tuhutero, Wooter y Musampa). El choque acabó con 1-0 a favor de los holandeses. En el partido de vuelta, también ganaron 0-2 en el Bernabéu. Curiosamente aquella temporada ambos equipos fueron derrotados por un mismo equipo: la Juventus, que nos apeó en cuartos y venció a los holandeses en la final (en la tanda de penaltis, eso sí).

Raúl fue uno de los destacados del partido que jugamos en Turín, pese a la derrota. Desde entonces su presencia entre los mejores del mundo no iba sino a crecer. Hasta hoy, lleva 97 partidos jugados en los que ha anotado 49 tantos. Más allá de cuántos ha jugado o no, lo que queda grabado a fuego son sus grandes partidos: Las tres finales de Amsterdam, París y Glasgow, el 6-1 al Ferencvaros en 1995, el 2-3 en Old Trafford - con aquella jugada mágica de Redondo - en 2000, el 3-0 al Galatasaray ese mismo año, un 4-1 al Anderlecht en 2001, la victoria en casa al Milán por 3-1 en 2003...
Los datos antes comentados, a primera vista, parecen no decir gran cosa. Pero si analizamos el total de goleadores, tanto de Copa de Europa como de Champions League, Raúl es, junto con Di Stéfano, ¡el máximo goleador!. Por detrás quedan míticos nombres mientras que miran con envidia figuras del fútbol de hoy: Eusebio y Van Nistelrooy (46 goles), Shevchenko (44), Puskas y Henry (36), Müller y Del Piero (35), Inzaghi (32). Por partidos disputados de jugadores en activo, sólo el eterno y mágico Maldini (uno de los mejores defensas de la historia del fútbol) lo supera, con 117 encuentros. Igualado con el capitán (97) está otro defensa, Gary Neville, mientras que su compañero en el Madrid David Beckham tiene tan sólo uno menos. Roberto Carlos (94), Ryan Giggs (93), Oliver Kahn (91), Strand (90), Gento (89) y Costacurta (88) completan esta lista de los diez primeros. Por último, y también en cuanto a jugadores en activo, Maldini también le gana en cuanto a títulos conseguidos, 4, por 3 del capitán merengue. Igualados con Raúl, se encuentran su ex compañero Seedorf y Costacurta (ambos ahora en el Milán), Roberto Carlos, Guti y Morientes. Cifras que, en definitiva, no hacen sino recordarnos la grandeza de nuestro querido 7, aquel que merecidamente recibió el calificativo de "El Ferrari". Gracias capi.

12 septiembre 2005

El Rey Lyon, un equipazo amante del ataque

El Olympique de Lyon es, de lejos, el mejor equipo francés de los últimos cinco años. Llevan cuatro títulos consecutivos y, esta temporada, ya son líderes en solitario tras haberse jugado 6 jornadas de la Ligue 1. Curiosamente este auge de los franceses ha coincido con una mejora sustancial en el nivel medio de los equipos galos, que poco a poco van colocando a sus representantes en la elite del fútbol.

Hablar hoy de la Ligue 1, la liga de Francia, es hablar del Olympique de Lyon y 19 equipos más. Quizá suene un poco exagerado, pero viendo los datos esa es la cruda realidad: de las últimas 5 temporadas (sin contar la actual), los ex de Paul Le Guen ganaron 4 ligas, algo realmente complicado de lograr. De hecho en la última década pocos equipos han logrado cifras similares: el Manchester United (entre 1995 y 2001 logró 5 ligas), el Bayern de Munich (4 Bundesligas entre 1996 y 2001) y Oporto (5 ligas consecutivas entre 1994 y 1999).

Las cuatro ligas las ha conseguido gracias a una capacidad ofensiva espectacular. La base del éxito, el primer título, llegó gracias a una muy buena defensa Coupet bajo palos, una buena pareja de centrales como Edmilson (ahora en el FC Barcelona) y Laville, un centro del campo 100% musculoso con Dhorasso y el malogrado Foé, y arriba Andersson (ex Villareal y Barça entre otros) y un debutante en Europa llamado Juninho Pernambucano. Esa base tendría pérdidas, como es lógico, pero también se le irían sumando nombres como Malouda, Caçapa, Luyindula, Essien, Diarra, Giovane Elber, Pierre-Alain Frau, Abidal, Cris, Govou, Wiltord, el joven Ben Arfa... formando un bloque sólido en defensa y realmente temible en ataque. Les gusta jugar con dos bandas potentes, aunque también dominan el arte del contraataque.

A balón parado, la mezcla entre los internacionales Pernambucano y Carew puede resultar letal... aunque el brasileño también se las “apaña solo”: es todo un maestro en el lanzamiento directo. En defensa juegan en bloque, conformando así un bloque muy compacto y muy, muy difícil de batir.
Este año han perdido a uno de sus motores, Essien (fichado por el Chelsea), y al entrenador, Le Guen, pero a cambio se han reforzado con mucha inteligencia: al banquillo ha llegado el veterano y ex Liverpool Gerard Houllier, y los jugadores Pedretti, Carew, Tiago, Fred... Hoy por hoy son parte de la elite del fútbol europeo, aunque como a muchos otros equipos les falta por dar ese salto definitivo entre su dominio en su liga nacional hacia y Europa.

El auge del Olympique de Lyon ha coincidido con una presencia bastante habitual de equipos franceses en competiciones europeas. Hasta hace poco era una liga considerada de menor nivel que la española, inglesa o italiana. Sin embargo, viendo las últimas ediciones tanto de la Champions League como de la Copa de la UEFA, los equipos de la Ligue 1 han tenido un papel muy relevante.

Sin ir muy lejos, en la última edición de la Champions nuestros rivales protagonizaron la mayor goleada vista en mucho tiempo en una eliminatoria: 2-10 en el global ante el Werder Bremen. (0-3 en la ida y 7-2 en la vuelta), si bien luego cayeron en semifinales en la tanda de penaltis ante el PSV. Hace dos años, otros galos llegaron hasta la final de la competición. Esta vez fue el Mónaco, que eliminó a varios de los favoritos para acabar perdiendo por 3-0 ante el Oporto en la final.

Aquel año, en la UEFA, sus compatriotas del Olympique de Marsella jugaron la final... ante el Valencia, que les ganó por 2-0, tras haber eliminado en cuartos al Burdeos. En UEFA el año pasado el Auxerre también llegó hasta cuartos. Sin embargo para contar los títulos europeos de equipos franceses sobran dedos de una mano: Una Copa de Europa para el Marsella y una Recopa para el PSG.

Sobre el Madrid 2 Celta 3

10 septiembre 2005

Casillas, 200 partidos demostrando su clase de Primera

Iker Casillas cumplirá este fin de semana su partido 200 en Primera División con la camiseta blanca. Fue en 1999 cuando debutó, pero parece que fue ayer. Hoy, Iker es uno de los tres mejores porteros del mundo según aficionados y especialistas, algo que no es sino consecuencia de su enorme calidad

Era un domingo 12 de septiembre. La jornada 3 de Liga enfrentaba a Athletic de Bilbao y a Real Madrid. Bajo la portería blanca, un joven portero llamado Iker Casillas (20-05-1981) sustituía a Bodo Illgner, todo un campeón del Mundo, 2 veces campeón de la Champions League... El partido se abrió a favor de los vascos, que se adelantaron con tanto de Julen Guerrero a los 15 minutos. Poco pudo hacer Iker en aquel tanto. A los pocos minutos McManaman devolvía la igualdad al marcador.
Antes del descanso, en otra desafortunada jugada, el Athletic se volvió a adelantar. Esta vez el encargado de batir a Casillas fue... Geremi en propia puerta. Al final, 2-2 gracias a Guti y la sensación de que algo grande había aparecido en el fútbol español, esa sensación que sucede muy pocas veces: pese a los 2 goles, todos se habían dado cuenta de que ahí había un gran portero.

Aquélla temporada, la 1999-2000, acabó con la consecución de la Octava Copa de Europa, con Iker - cómo no - protegiendo al equipo de los ataques del Valencia bajo la noche de París. En Liga, la clasificación final fue discreta (5º), pero el de Móstoles se fue afianzando poco a poco. 27 partidos jugados, 26 de ellos como titular, y encajando menos de un gol por partido (25 tantos). Como bien vaticinaban algunos medios en las guías d
e fútbol, Iker se mostró como un portero "muy completo, en el futuro será el portero de la selección" (Marca). No se equivocaron.

Desde entonces toda la afición madridista sabía como empezar a recitar el once del equipo: "En portería, Iker Casillas...". Desde entonces los títulos no pararon de llegar, generando un palmarés envidiado por muchos: 2 Ligas (2000-2001 / 2002-03), 2 Supercopas de España (2001 / 2003), 2 Copas de Europa (1999-2000 / 2001-02), 1 Supercopa de Europa (2002) y 1 Intercontinental (2002). A título individual obtuvo el Trofeo Bravo en 2000. Pero en la retina de los aficionados, ya sean del Madrid o no, siempre quedarán sus "paradones" (nunca mejor dicho) y algunas actuaciones para grabar en vídeo y mostrar en escuelas de fútbol.

Palomitas, paradas a mano cambiada, penaltis detenidos con maestría, casi imbatible en el uno contra uno... Todas quedaron bien plasmadas en partidos como un Real Madrid 3 - Athletic 0, el último Madrid - Barcelona o, cómo no, aquella histórica final de Glasgow, donde salvó tres goles que cualquier otro portero no habría sido capaz.
Conquistado el Bernabéu, quedaba por delante la Selección. Con las categorías inferiores ya había logrado un Mundial Sub 20 (1999) y un Europeo Sub 16 (1997).

Fue partícipe, además, de la clasificación de la Sub 20 para los Juegos Olímpicos de Sydney. Con la absoluta tendría que esperar hasta el 3 de junio de 2000. Fue en el estadio Ullevi (Suecia), en un amistoso entre los nórdicos y los españoles, previo a la Eurocopa de Holanda y Bélgica. Guardiola y Nilsson golearon en aquel choque, de consecuencias similares a aquel en San Mamés: fue el principio del reinado de Casillas en la portería nacional, jugando el Mundial de Corea y Japón (2002) y la Eurocopa de Portugal (2004). Internacional ya 50 veces, nadie es capaz de discutir hoy por hoy su plaza, mostrándose como uno de los pilares del equipo.


Y lo seguirá siendo. Con apenas 24 años, aún le quedan muchas tardes de fútbol y espectáculo que ofrecernos. Felicidades Casillas, y que sean muchos partidos más.

02 septiembre 2005

Ronaldo, tres años de goles y espectáculo

Veni, vidi, vinci. Así fue la llegada del genio brasileño, el mejor delantero del mundo, el 9 ante el que todas las defensas tiemblan. Ronaldo lleva ya tres temporadas en el Real Madrid. Prepárense porteros del mundo, Ronie tiene ganas de títulos

Verano de Mundial 2002. Se disputaba el Mundial de Corea y Japón. Brasil llegaba con dudas, tras no haber realizado una fase de clasificación muy brillante. Es más, la canarinha, dirigida por Luiz Filipe Scolari a punto estuvo de quedarse fuera del torneo, "su" torneo. Los peores presagios casi se apoderan del equipo tras la disputa del primer partido, jugado en Ulsan, donde ganaron por la mínima a la que sería una de las revelaciones del Mundial: Turquía. 2-1 al final del partido... pero por suerte los suramericanos tenían por delante dos peritas en dulce: China y Costa Rica. Ganaron sin problemas, goleando 4-0 a los asiáticos y por 2-5 a los costarricenses. En la punta del ataque brasileiro destacaba la vuelta de un jugador al que muchos daban ya por acabado: Ronaldo.

Con el desarrollo del torneo el 9 no hizo sino acallar a todos los que pensaban de él que no volvería a la élite del fútbol tras sus terribles lesiones en la Serie A con el Inter. Ronie se encontraba cada vez mejor, y eso lo notó Brasil. Vaya si lo notó. Todos los partidos que le llevaron a la final los contaron como victorias. Pero una final de un Mundial es diferente: La meta a la que todos sueñan con llegar, pero donde sólo los más grandes triunfan. Ronaldo ya sabía lo que era eso, lo sufrió en 1998, cuando perdió el título por 3-0 ante la Francia de Zidane. Era un recuerdo demasiado desagradable, y no iba a consentir que eso volviera a pasar. Delante, Alemania, contaba con el que era uno de los mejores porteros del mundo, Oliver Kahn. Todo un duelo... que duró hasta la segunda parte: El imbatible germano permanecía impasible ante las andanadas canarinhas. En el minuto 67 Ronaldo robó un balón a Hamann en el medio campo, pasó a Rivaldo que disparó desde 25 metros. Kahn no pudo detener el balón, que sabiamente se acercó al 9 brasileño. Por fin llegó el gol. 0-1. Poco después Ronie no necesitaría de error alguno por parte alemana: Kleberson inició una jugada que Rivaldo no remató, pero le dejó el gol a Ronaldo, que marcó magistralmente, como marcó en todos los partidos - menos el de cuartos -. Al final, sus 8 goles le proclamaron pichichi mundialista.


Tras quedar demostrado su retorno, el crack brasileño sabía que no podía volver a Italia, no podía arriesgarse a que el calcio volviera a lesionarle. Tenía que abandonar Milan, y sólo un destino podía devolverle completamente la magia que atesoró durante varios años en Europa. Ese destino no podía ser otro que el Real Madrid. Fue un traspaso duro, pero la voluntad del jugador prevaleció sobre todo, quería formar parte del equipo más grande del mundo, y que con él completaba un ataque de ensueño, algo que nadie se podía creer: Ronaldo, Zidane, Raúl, Figo... Su debut se hizo esperar, ya que casi ni pudo realizar la pretemporada con el equipo.


Apenas estrenado octubre pisaba el césped del Bernabéu, esta vez como jugador local. Era el partido Real Madrid - Alavés, de la jornada 5. Nada más iniciar el choque, Zidane iniciaba su fiesta de "bienvenida" con un golazo a la escuadra del portero rival. Era el minuto 1. Figo, en el 30, allanaba aún más el camino tras marcar de penalti. Al poco de iniciar la segunda parte, el estadio se vino abajo. Con el 11 a la espalda, Ronaldo hacía su debut como blanco. Necesitó de pocos minutos para demostrar lo que él, como pocos, sabe hacer: marcar goles. En el 64 enganchó una bolea increíble que, como Zidane, mandó a la escuadra. Su sonrisa volvía a los campos de España. Apenas pasó un cuarto de hora, cuando volvía a dejar otro balón en las redes rivales.

Era el inicio de una relación que ya va a por el cuarto año. Tras tres temporadas, Ronaldo y Real Madrid forman una pareja sólida, estable, y lo más importante de todo: feliz. El 9 es feliz aquí, y el equipo y la afición saben que no hay nadie mejor que él. 83 goles en 134 partidos oficiales con el Club. Algunos de esos partidos forman parte ya de la historia del fútbol, como el partido contra el Athletic: con la Liga en juego, Ronaldo marcó dos goles en el triunfo madridista por 3-1.


Otro partido que se quedó marcado en la retina de todos los merengues fue la derrota contra el Manchester por 4-3. Toda una oda al fútbol, un espectáculo que, cómo no, acaparó el delantero marcando un hat trick que provocó que Old Trafford, el Teatro de los Sueños, se pusiera de pie para ovacionarlo cuando fue sustituido. Le quedan muchos sueños por cumplir, muchos goles que marcar y Ronaldo sabe que el Madrid es el mejor sitio donde puede cumplirlos.