27 marzo 2005

Empate con sabor a poco

Canillejas y Españoleto empatan en un partido igualado. Los visitantes, que se adelantaron en el marcador, no supieron aguantar el resultado

A la sombra del estadio de la Peineta se enfrentaron dos equipos de trayectorias opuestas. El Españoleto, centrado en la zona media pero que venía con una racha irregular devolvía visita al Canillejas, que lucha por evitar entrar en los puestos calientes de la zona de descenso. Y poco cambió respecto al partido de ida. En ambos el resultado fue el mismo: 1-1. Y eso que al Españoleto el partido se le puso de cara muy pronto: con apenas 30 segundos jugados, un centro desde la banda fue rematado por David. Antes de saber si se merecía el gol, ya se había conseguido. El tanto sentó como un tiro a los locales, y no se consiguieron reponer hasta casi el primer cuarto de hora. Los visitantes, mientras, aprovecharon para imponer su ritmo e intentar rematar el partido.

Mejor plantado sobre el campo, y con mejor juego en equipo, parecía que iba a ser una victoria cómoda. Su número 10, Rubén, demostraba porqué ese es un dorsal destinado a los mejores del equipo. No sólo cortaba ataques rivales sino que lanzaba a sus extremos gracias a su superior visión de juego. Tanto uno, el zurdo Moisés (guarda un aire a Damien Duff), como el otro, el diestro Charro, tuvieron varias ocasiones para aumentar la diferencia. No pudo ser, y, como se sabe, quien perdona lo acaba lamentando.

Ofensiva local: mucho dominio, poca efectividad

Pasado ese primer cuarto de hora de shock, los amarillos comenzaron a apoderarse del balón, del centro del campo… y empezaron a llegar las ocasiones. Gran culpa de ello fue el impresionante partido de Francisco José Valverde, que se llegó a permitir una ruleta marsellesa digna del 5 del Real Madrid: bonita y efectiva, nada de lujos para la galería. Este regate es un arte que sólo unos pocos saben cuándo y cómo usarlo. Javier García, con el 8 a la espalda, demostró en repetidas ocasiones que, al menos en plano técnico, era el mejor sobre la tierra pero se olvidaba de imprimirle velocidad a su juego. El Canillejas empezó a tener opciones cuando Javier comenzó a tocar más rápido mientras el espigado Valverde cuidaba el balón… si bien poco se podía cuidar en semejante patatal.

De las botas del 2 local llegó casi todo el peligro del Canillejas. Suyo fue un gran centro que Roberto no pudo finalizar con el portero casi vendido. Pero sobre todo suyo fue el gol del empate. Ya en la segunda mitad, el Españoleto cometió una falta al borde del área de Rafa. Había dos opciones: una, fácil, reventar el balón. Otra, la más complicada, colocarlo a pesar de la escasa distancia disponible. No fue problema para Valverde. Suave, con una zurda magistral con la que manejar a todo un equipo, colocó el balón en plena escuadra. El portero, que había resuelto casi todos los ataques que había recibido, nada pudo hacer. Ya con el empate los jugadores locales se conformaron. Fue entonces, sólo entonces, cuando el Españoleto retomó el control del partido. De poco sirvió. No había tiempo para más. Una parte para cada equipo un punto que no sirve tampoco para mucho. El Canillejas todavía deberá luchar por salir de la quema, mientras que el Españoleto tiene en chino clasificarse entre los puestos de arriba.