11 mayo 2009

La cantera del martillo

Cuando los sabios del fútbol hablan de canteras, siempre se menciona La Fábrica, La Masía, Mareo, Lezama, y allende la brasileña y la argentina. Pocos recuerdan la de un club, centenario y aunque solvente, más bien modesto. Es la del West Ham United.

Los orígenes de este club londinense se remotan a junio 1.895, cuando en la gazeta de la fundición de hierro aparece anunciado la creación de un equipo bajo el nombre de Thames Ironworks. Un capataz, Dave Taylor, y el dueño, Arnold Hills, fueron sus fundadores. Un equipo amateur y de trabajadores (hoy se mantiene ese espíritu en el escudo del club), compuesto por un bombero, un clérigo, varios caldederos y aprendices.

Hoy sus jugadores no son currantes del metal. Son estrellas (Faubert aparte). Cuentan con algunos jugadores de fuera, y alguno con un pasado de renombre, como Diego Tristán. En verano de 2006, a finales del mismo, pegaron el petardazo haciéndose con Mascherano y Tévez de una tacada. Buen ojo sí que tienen, aparte de paciencia. El Madrid en un lustro ha tenido más entrenadores que este equipo en su centenaria historia. En una buena temporada aspiran a meterse en UEFA, en una regulera, a hacer un buen papel en Liga y en Copa (hace poco se jugó una final de la FA con el Liverpool, aparte de llevarse una Intertoto).

Con todo, el mayor éxito de los hammers, de los irons (grito de guerra de Iron Maiden cuyo bajista y fundador, Steve Harris, es uno de los hinchas más famosos del West Ham) radica en la base, en la cantera.
Tal es su popularidad que en las Islas al club también se lo conoce como The Academy of Football. Ese sobrenombre, en el país que inventó ese deporte, no es poca cosa. El término lo creó Ron Greenwood, manager de los hammers más de una década (1961-74). Greenwood fue 'responsable' de que aparecieran jugadores como Bobby Moore, Geoff Hurst (el capitán y el goleador de la Inglaterra campeona del mundo en 1966), Harry Redknapp o Paul Ince, entre otros. Algo que, en años posteriores, le ha valido grandes debates entre si debe ser un club formador-criadero para otros o si bien debería tratar de formar una gran hornada y tratar de aspirar a algo grande. El propio Harry Redknapp, que tiempo después pasó a dirigir al primer equipo, planteó este debate cuando el Leeds Utd. se llevó a Rio Ferdinand. "¿Por qué debemos venderlo? ¿Somos un club de la Premier o sólo un club nodriza para otros mayores? Si los empezamos a vender, ¿a dónde va el equipo?

Por ahora, para su desgracia, parece que se ha impuesto la primera opción. Y de ello se han aprovechado clubes de la Premier, entre ellos los grandes. Al fin y al cabo nombres que hoy copan las camisetas de los fans en los estadios proceden de La Academia. Frank Lampard, Joe Cole, John Terry (Chelsea), Michael Carrick, Rio Ferdinand (Man. United), Jermain Defoe (Tottenham), Glen Johnson (Portsmouth), Anton Ferdinand (Sunderland) o Jimmy Bullard (Fulham). El beneficiario, al final, no es un club u otro: es la Premier. Es Inglaterra.

Joe Cole y M. Carrick, en su etapa como hammers

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