10 junio 2009

A trincar, a trincar...

Hay veces que los futbolistas me recuerdan -sueldo y otras virtudes al margen- a los becarios. Sé que suena brutal la comparación, y a lo lejos escucho cómo mi cartillita de Caja Madrid protesta. Pero hay momentos en que me lo recuerdan. Dentro de un par de parrafos me explico.

Empieza a finales de semana un torneo cuyas razones para exisitir,
salvo una, desconozco por completo: se trata de la prestigiosísima Copa Confederaciones, torneo que reúne un año antes de la celebración del Mundial (y en el mismo país) a los campeones de cada federación de fútbol, junto al campeón del mundo y al país anfitrión. La única razón que conozco para su existencia es el arte legendario e incomparable del trinque, como diría el genial . Entendido como todas sus acepciones: beber, robar, amarrar...

La Confederaciones es un momento ideal para que el mundillo del fútbol 'se vea obligado' a viajar por medio mundo, viviendo de las diversas federaciones nacionales y a todo tren. Lo cual está muy bien, si vamos a trincar, trinquemos de verdad. "¿Cuatro estrellas? ¿¿Qué es esa mierda??", dijo un tipo que representaba no se sabe muy bien a quien en la pasada Copa. Y todo a costa de los países y, por supuesto, de los futbolistas.

Porque quizá sea una chorrada, pero como diría la esposa del reverendo Lovejoy de Los Simpsons: "¿Es que nadie ha pensado en los jugadores?". Sin apenas descanso tras la Eurocopa se han zampado la temporada más apretada que se recuerda -especialmente los del Barça- y ahora les vienen con esto. Y dentro de un año, al Mundial, en el que se vuelven a encontrar las mismas ocho selecciones con alguna que otra más. A veces como becario no siento mucha envidia de los futbolistas: su vida laboral es corta, no todos se hacen ricos -sólo la élite, como pasa en cualquier curro- y dependen de designios que no siempre les tienen en cuenta. Como la FIFA cuando tuvo a bien parir esta Copa Confederaciones.

Eso sí, que el ritmo no pare. Pasará el Mundial, habrá otra Eurocopa. Y, por supuesto, a trincar, a trincar...

1 comentario:

TaniT dijo...

¿Sabes qué? No estaría mal ir a trincar a esos actos como periodista ;)
Cierto es que la vida del futbolista es corta y que sólo los de la élite se hacen multimillonarios. Pero también hay que pensar en la suerte que tienen de poder trabajando en lo que más les gusta. Y los viajes que hacen, y las fiestas que se pegan, y lo que ahorran en gimnasio,... Todo tiene sus cosas buenas y sus cosas malas ;)