Hoy estas dos selecciones, que venían rodeados de un aura de absoluto desconocimiento, han confirmado los presagios: son nefastas. El partido que, se supone, han disputado ha sido un crímen contra el deporte rey. Mejor habría sido poner a los chavales del torneo de Brunete de hace 8 años, o algún partido de Brasil u Holanda en sus mejores momentos. ¡Vaya petardazo! Soporífero es ligero. El problema, y por esos título con (I), es que me temo que esta Copa todavía nos deparará al menos un par de bodrios semejantes...
Por favor, no más partidos de estos, al menos televisados. ¡Por el bien del fútbol!
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