02 diciembre 2009

Soy un cavernícola

Laporta está desbocado. No sólo por correrse una señora farra tras la brutal paliza del Barça al Madrid (1-0), motivo más que lógico para una celebración por todo lo alto, regada con G. H. Mumm, excelente champán francés de a 100€ / botella (no brindó con cava catalán). Pero es que hay más. Tras publicarse las fiestas del merecido festejo, Laporta cree que, one more time, todo esto se debe a una conspiración judeo-masónica-madridista-comunicativa. Y, una vez más, mezcla churras con merinas.

"Tienen que hacer unas fotos a escondidas a traición y después publicarlo con el ánimo de desprestigiar. Es un ejemplo más de esta estirpe que es la caverna mediática españolista que a través de un individuo y a escondidas hace unas fotos a traición. Esto vulnera el derecho a la intimidad, es un atentando a la integridad. Ponen toda su rabia para intentar desprestigiar y erosionar al Barcelona, algo que llevan intentando desde hace años, desde mucho antes de que llegáramos nosotros, pero que no van a conseguir. Me persiguen por las ideas que tengo y así desviar la atención de un resultado que les hace daño"

Quizá Laporta no ha escuchado lo que se ha dicho por aquí de su escena. Se le ha criticado a él, no al Barça, su actitud. Se ha criticado el que celebre una victoria, por mucho que sea contra el Madrid, en Liga, por 1-0, en la 12ª jornada. Como se criticó en su momento a Mendoza y a Gaspart. Y se la ha criticado porque no es su primer desvarío, ni el último, de una persona que representa al segundo club de España, aunque él reniege de ese país y del resto de seguidores culés que hay más allá de Cataluña. Pero claro, a él le conviene hacerse la víctima, hacer al Barça víctima y a toda Catalunya. Porque existe un enemigo, un demonio, que es la prensa de Madrid, la españolista, toda aquélla que va contra él (repito: contra él, no contra el Barça). Pues mira, algo que añadir hoy a mi CV: soy un cavernícola españolista. Y a mucha honra.

No hay comentarios: