05 diciembre 2009

'Baúl' González

Negociar un mito trae cola. Es lo que, de un tiempo a esta parte, viene haciendo el madridismo. El mito, Raúl. Baúl, tal y como lo conocen sus detractores. Jugador con más partidos con el Madrid, con más goles con el Madrid y con España etc etc. Hoy visita el Bernabéu el Almería, y, una vez más, Raúl estará en el banco (hoy Van der Vaart será titular). Muchos piensan que ni siquiera debería estar ahí. Otros se sorprenden con que no juegue más. Un servidor trata de enfocarlo, pese a las dificultades, con la mayor imparcialidad (la objetividad, digan lo que digan no existe).

Raúl sí, Raúl no, Raúl fuera, Raúl dentro... No es más que un debate inflado. Incluso los hay (como se ve en la imagen) que acusan de la salida de jugadores como Owen, Baptista, Saviola, Soldado, Negredo, Robben... al capitán. Un sinsentido, toda vez que Raúl no es un nueve, cosa que sí lo son ellos, jugadores que, a excepción de Soldado y Negredo, tuvieron ocasiones que desperdiciaron. Otra cosa no, pero pocas veces ha desperdiciado Raúl una ocasión. Se le podrá criticar muchas cosas, pero no el oportunismo ni el sacrificio. El problema para él es que esos valores son igualados por otros jugadores, pienso en Higuaín, que aportan un plus que él no tiene.

Con todo este año, en el que Pellegrini ha abierto definitivamente el debate con sus suplencias, ha jugado las 12 jornadas. Ha completado 3 partidos, y ha sido del inicio las mismas veces que saltó desde el banquillo (6-6). Lleva 3 goles: uno, el primero de la temporada en la primera jornada, y dos al Valladolid. Con todo esto Raúl debe ser consciente de que su fútbol llega a su fin. Eso no quita que no luche, con sus armas, hasta el final, como siempre ha hecho. Con mejor o peor fortuna. Hay unos entrenamientos, y hay un grupo. Y el que más luche, se debe ganar la plaza. En ese sentido, si se gana en buena lid la plaza, nadie debería criticar nada.

El problema surge cuando, aprovechándose de su poder, ha marcado las alineaciones. Eso fue lo que pasó con Ramón Calderón que, carente de poder, se respaldó en el grupo del 7, a través de contrato vitalicio. Míchel Salgado y Guti se vieron con la espalda bien cubierta. Ahora, sin un presidente débil y adulador (todo lo contrario, sobre todo hacia su figura), vieron el percal. Salgado, el más listo, tomó antes que nadie la puerta. Guti, a su manera, comienza a hacerlo.

Queda Raúl. De él depende que el mito acabe con dignidad o entre las sombras.

1 comentario:

TaniT dijo...

Raúl es un señor, y si ha de dejar de jugar lo hará con la cabeza alta y la dignidad intacta.
No es comparable a Salgado, quien rindidó como el que más, pero cuando las fuerzas comenzaron a fallarle hizo uso de otras artes menos lícitas y deportivas; o a Guti, con sus perrerías de niño chico que acabarán haciendo olvidar sus buenos momentos en el campo.

Y dudo que Raúl se desligue del Madrid, y apoyo que no lo haga. Qué menos que seguir pasos similares a El Buitre. Porque sí, porque se lo merece, y porque pese a quien le pese, el nombre de Raúl González quedará ligado a la historia del Real Madrid.