Tan activos como Hansen, que en su presentación ha tratado en todo momento de hacerse entender en español. Tras estar dos años de misionero mormón en Chile, y una temporada en el Tau Vitoria, para el estadounidense no es un idioma extraño. No es extraño, pero lo tiene oxidado: "¡Llevo tres años sin usarlo!", se excusó entre sonrisas. Hansen admite que su juego ha variado respecto a aquel que tanto ayudó al Tau: "Ya no salto tanto como entonces", acepta, "pero ahora tiro mejor". En prácticamente todas sus campañas, sus medias a la hora de tirar son bastante aceptables, siempre con un porcentaje de entre el 40-45% en tiros de tres.
Hansen admira a su nuevo entrenador, Ettore Messina, al que no ha parado de alabar: "Me encanta su filosofía, su forma de afrontar los grandes partidos". ¿Estará su nuevo equipo a la altura cuando llegue la hora de afrontarlos? Hansen cree que las bases están, pero faltará dar un último paso: "Entre hacer un buen equipo y un equipo campeón hay una gran diferencia".
En ese apartado anda trabajando la dirección del baloncesto. Preguntado Antonio Maceiras, director del baloncesto blanco, sobre futuras incorporaciones, no se quiso mojar a la hora de anunciar si apostarán por más veternía (Pablo Prigioni) o juventud (Ricky Rubio) para el puesto de base: "Queremos conseguir jugadores que le den más rendimiento al equipo, que coloquen al Madrid a un nivel competitivo".

No hay comentarios:
Publicar un comentario