Era un domingo 12 de septiembre. La jornada 3 de Liga enfrentaba a Athletic de Bilbao y a Real Madrid. Bajo la portería blanca, un joven portero llamado Iker Casillas (20-05-1981) sustituía a Bodo Illgner, todo un campeón del Mundo, 2 veces campeón de la Champions League... El partido se abrió a favor de los vascos, que se adelantaron con tanto de Julen Guerrero a los 15 minutos. Poco pudo hacer Iker en aquel tanto. A los pocos minutos McManaman devolvía la igualdad al marcador. Antes del descanso, en otra desafortunada jugada, el Athletic se volvió a adelantar. Esta vez el encargado de batir a Casillas fue... Geremi en propia puerta. Al final, 2-2 gracias a Guti y la sensación de que algo grande había aparecido en el fútbol español, esa sensación que sucede muy pocas veces: pese a los 2 goles, todos se habían dado cuenta de que ahí había un gran portero.
Aquélla temporada, la 1999-2000, acabó con la consecución de la Octava Copa de Europa, con Iker - cómo no - protegiendo al equipo de los ataques del Valencia bajo la noche de París. En Liga, la clasificación final fue discreta (5º), pero el de Móstoles se fue afianzando poco a poco. 27 partidos jugados, 26 de ellos como titular, y encajando menos de un gol por partido (25 tantos). Como bien vaticinaban algunos medios en las guías de fútbol, Iker se mostró como un portero "muy completo, en el futuro será el portero de la selección" (Marca). No se equivocaron.

Palomitas, paradas a mano cambiada, penaltis detenidos con maestría, casi imbatible en el uno contra uno... Todas quedaron bien plasmadas en partidos como un Real Madrid 3 - Athletic 0, el último Madrid - Barcelona o, cómo no, aquella histórica final de Glasgow, donde salvó tres goles que cualquier otro portero no habría sido capaz. Conquistado el Bernabéu, quedaba por delante la Selección. Con las categorías inferiores ya había logrado un Mundial Sub 20 (1999) y un Europeo Sub 16 (1997).
Fue partícipe, además, de la clasificación de la Sub 20 para los Juegos Olímpicos de Sydney. Con la absoluta tendría que esperar hasta el 3 de junio de 2000. Fue en el estadio Ullevi (Suecia), en un amistoso entre los nórdicos y los españoles, previo a la Eurocopa de Holanda y Bélgica. Guardiola y Nilsson golearon en aquel choque, de consecuencias similares a aquel en San Mamés: fue el principio del reinado de Casillas en la portería nacional, jugando el Mundial de Corea y Japón (2002) y la Eurocopa de Portugal (2004). Internacional ya 50 veces, nadie es capaz de discutir hoy por hoy su plaza, mostrándose como uno de los pilares del equipo.
Y lo seguirá siendo. Con apenas 24 años, aún le quedan muchas tardes de fútbol y espectáculo que ofrecernos. Felicidades Casillas, y que sean muchos partidos más.
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