Decenas de sevillanos han visitado hoy el Santiago Bernabéu ¿El motivo? La invitación realizada por el Real Madrid a Jorge Morillo y a su asociación, dedicada a la ayuda de los más desfavorecidos. Juntos han logrado cumplir el sueño de muchos: visitar el mejor estadio del mundo.
Dice el refranero popular que uno nunca se da cuenta de lo que tiene hasta que lo pierde. Muchas veces, quizás por la simple rutina del día a día, o quizás por la vorágine en la que nos sumimos, no valoramos realmente qué tenemos, a qué nos dedicamos. Sin embargo, basta con detenernos y mirar alrededor para contemplar la situación que pasa mucha gente para darnos cuenta de nuestra pequeña fortuna.
Hoy, decenas de sevillanos procedentes de las (mal llamadas) clases bajas han visitado el Santiago Bernabéu, cumpliéndose así un sueño que posiblemente creerían irrealizable. “¿Es grande el Estadio? ” me preguntó uno de los visitantes. “Espera un poco y verás” le respondí. A los pocos minutos, ya dentro del Tour del Bernabéu, se quedó quieto y enmudecido. Era más grande y más bonito de lo que él jamás había imaginado.
Como ésta hoy se han vivido casi 20 historias parecidas. Todo gracias a la colaboración entre el Real Madrid, el Vicepresidente del Club Emilio Butragueño y Jorge Morillo. Desconocido por la práctica mayoría de los madrileños, a Jorge Morillo es la expresión de “buena gente” llevada a su más puro concepto. Morillo tiende desde hace tiempo una mano a los más desfavorecidos sin pedir contrareembolso alguno.
Filántropo por naturaleza, fue partícipe del documental "El fútbol como excusa", en el cual se muestra la historia de un entrenador dedicado en cuerpo y alma a los niños de los barrios pobres de Sevilla. Niños que hoy vivirán una experiencia irrepetible: "Cualquier invitación, cualquier gesto como el de Emilio Butragueño al recibirnos es maravilloso. Para los niños el deporte es la mejor alternativa a la delincuencia, a todos eso malos hábitos que está teniendo el mundo".
Mezcla su carrera de profesor de Religión con su pasión por el fútbol con el único fin de enseñar valores que formen a esos niños. “Una persona no es grande según el cargo que tenga, sea presidente, vicepresidente... de una empresa. Lo que dignifica a una persona es por cómo es como persona” afirmó Murillo. Toda una lección para la vida. El sueño que busca en la suya es encontrar apoyos y unión en su Sevilla natal para "acabar con los que sufren, quienes lo pasan mal". No busca la fama ni el reconocimiento individual, sólo quiere ayudar a sus vecinos: "No creo que sea el patrimonio de la gente necesitada, de los pobres".
Como bien le definió José María Arenzana, en ABC (19/9/2005): "Él, como un extraño Peter Pan, soñaba seguir de niño cuando llegara a viejo. Y en eso anda, con una fe y una ingenuidad impropias de estos tiempos. Encontró su "País de Nunca Jamás" en el fútbol y en las chabolas de Almanjáyar y Sevilla (...) conciencia serena, pero rebelde del poder y de los inconscientes, encauzó su vocación de ayuda a los desheredados para convertirse en una especie de rey mago que visita durante todo el año a los nacidos en la marginación más exasperante y los educa en valores a través del fútbol".
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