12 octubre 2009

El Madrid, un mes sin Cristiano

Quien no se arriesga no gana, debieron de pensar Cristiano Ronaldo; su seleccionador, Carlos Queiroz, y todo Portugal. El balón de oro se arriesgó y jugó el pasado sábado de inicio el crucial choque de su selección contra Hungría (3-0). "Ya estoy casi al ciento por ciento", explicaba antes del enfrentamiento sobre su lesión de tobillo. Él mismo aseguraba que esperaba "marcar la diferencia con goles, pases y faltas".

Hasta el minuto 18, la apuesta parecía funcionar. En ese minuto eludió a su marcador y soltó un zurdazo que acabaría siendo el gol de Simão. Entonces, su tobillo derecho, que ya había demostrado no estar en óptimas condiciones, dijo basta. Un gesto de dolor. Se había reproducido el esguince que le provocó Diawara, defensa del Marsella, en la segunda jornada de la Champions, el 30 de septiembre.

Pasados 26 minutos, Cristiano dejaba su puesto a Nani, su ex compañero en el Manchester United, y veía cómo los médicos portugueses le aplicaban hielo y un vendaje para paliar las fuertes molestias. Ayer el jugador regresó por la tarde a Madrid para que los servicios médicos del club revisaran en el hospital La Moraleja la articulación.

"Las sensaciones no son positivas", anunciaba ya Queiroz en la rueda de prensa posterior a la victoria sobre Hungría. "Cristiano entró en el juego sin limitaciones", remarcó el jefe de los servicios médicos de la selección lusa, Henrique Jones, "pero en ese golpeo sufrió un esguince de tobillo". "Tenía la orden de avisar si se sentía mal y con el esfuerzo empezó a notar dolor y paró para evitar que ocurriese algo peor. Éste era uno de esos días especiales de Cristiano Ronaldo", dijo Queiroz antes de conocer el alcance real de su dolencia, "pero desafortunadamente tuvo que parar. Probablemente, lo perdí para jugar el miércoles contra Malta".
"Es el mejor jugador del mundo y siempre hace falta", definió el central Bruno Alves, del Oporto, sobre su presencia con Portugal.

Según informaba ayer por la mañana la federación portuguesa, el futbolista de los 94 millones era "liberado" de los compromisos con la selección ante la "imposibilidad" de rehabilitar la zona dañada. Por la tarde, los servicios médicos del Madrid confirmaron la recaída de la lesión (esguince del ligamento lateral interno) en el tobillo y cifraron la baja entre tres y cuatro semanas "según evolución clínica".

Si se cumplen los plazos, no sólo no jugará contra Malta, sino que se perderá siete partidos más. En ese tiempo el Madrid jugará cuatro jornadas de Liga: recibirá al Valladolid, viajará a Gijón, recibirá también al Getafe y, en la décima, se enfrentará al Atlético. Entre esos partidos se encuentran además otras dos jornadas de la Champions, ambas contra el Milan (el 21 de octubre en Chamartín y el 3 de noviembre en San Siro), y la de Copa contra el Alcorcón.


Portugal también se vería afectada si tardase en recuperarse de la lesión, ya que los lusos, si se acaban adjudicando la segunda plaza del grupo, jugarían la repesca el 14 y el 18 de noviembre. Y hay más, ya que 11 días después del segundo partido de repesca, el Madrid se opondrá al Barcelona en el Camp Nou.

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