26 enero 2008

Mítico Pogrebnyak

Hay cosas que uno puede hacer a solas y disfrutarlas mucho. L@s mal pensados irán, ipso facto, a pensar en el sexo. Aunque la afirmación sería válida no es ese el objeto de este post. Decían los Mojinos que había tres cosas en la vida que no son ni salud, ni dinero ni amor... sino sexo, fútbol y rock and roll. Descartado el sexo, lo siguiente es el fútbol. Pero del que voy a hablar es de un fútbol menos cansado: fútbol de videoconsola. En concreto del archiconocido Pro Evolution Soccer.

Esta tarde se han venido mis colegas de la uni a comer a casa y a echarnos unas risas. Y la 360, como no podía ser de otra forma, ha dado juego... ¡much
o juego! (n.m.d.). Aunque comenzó la tarde con el básket, gracias al NBA 2K8, apenas dos partidos después comenzó la sesión de pro. Hay que ver la de horas que le puedo echar yo solo... pero no es lo mismo que disfrutarlo junto con los colegas. Mayormente la tarde ha sido un constante duelo entre Davo y yo, pero también me he acordado de escenas de mi infancia-adolescencia. Aquellas tardes con Álvaro, o los partiditos que jugaba con mi padre o mi primo al FIFA. En casi todos los juegos futboleros recuerdo a algún delantero que de lo malo que era hasta hacia gracia: Obiku, Forssell, Shota Arveladze (sí, el que fichó por el Levante, pero lo descubrí en el FIFA 98 cuando jugaba en el Ajax y lo fiché para el Villareal, que debutaba en Primera)...

Pero volviendo al presente sin duda el momento álgido de esta jornada llegó con la disputa de todo un España - ... ¡¡Rusia!! Todo surgió porque Davo comentó la posbilidad de jugar los tres partidos que España jugará en la liguilla de la Eurocopa, siendo él quien llevaría siempre a la Furia Roja. Como la idea fue buena salió adelante. Primer partido, Suecia - España. Goleada de escándalo contra los de Aragonés (por respeto y cariño me niego a publicar la cifra total de goles). Segundo partido, Grecia - España. Acabada la primera parte 2-1 para los griegos, con tan sólo dos tiros a puerta... y los dos goles, de penalty. Fin del partido y 3-3. España en la cuerda floja. Debía ganar sí o sí a Rusia. El último choque comenzó intenso. Rusia, defiendiendo con 8, ve como en 10 minutos un jugador -Izamilov- se va a la calle por doble amarilla y se encuentra con un penalty en contra. Tira Villa... y a las nubes. Y justo ahí surge la figura rusa: Pogrebnyak. Delantero de pésima calidad técnica y menor velocidad, se ve sólo ante los Ramos, Pablo, Puyol y Capdevilla. ¡Pero no se arruga! Minuto 15. Pogrebnyak controla, pisa el balón, hace un intento de ruleta que de tan mal que le sale casi hace un caño a Puyol y el balón sale rebotado a Radimov. Éste progresa por la banda, llega al área grande, observa la salida en falso de Casillas y cede atrás para que, ante el asombro del público virtual y para descojone propio y de Davo, haga el 1-0. ¿El resto del partido? Lo previsto: España acabó remontando y nuestro querido Pogrebnyak tuvo alguna que otra más... aunque también casi mata a un español de un balonazo.



Toda esta historia carecería de sentido si no fuese por lo esencial, que ni mucho menos fue el resultado final: fue lo bien que dos colegas se lo pasaron gracias a un juego. Ojalá que pasen muchos Pros y aparezcan muchos más Pogrebnyaks siempre y cuando siga teniendo a todos esos colegas con los que tan bien me lo paso.

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