Y sin embargo todos (tengo la sensación de que sobre todo nosotros) tenemos en nuestra alma una pequeña parte que nunca quiere crecer, ese niño que todos llevamos dentro. Muchos, es absurdo que me excluya, hemos transmitido esa diversión de niños a través de los videojuegos. Pero no somos los únicos. ¿Cómo sino se entiende a un padre de familia, de 50 años, loco por instalar su escalextric? A veces, no sé si como resorte del subconsciente, cuando paso por algún momento de dificultad, del tipo que sea, siempre me acuerdo del que fuera mi juego favorito: las chapas. Y me acuerdo de cuando jugaba con ellas porque solía ser un campeón. Vagos recuerdos guardo jugando en los colegios en los que estuve, o aquellas temporadas que jugaba en la sierra. Sí, solía ser un campeón.

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