Gracias Milan, por enseñarme que de la grandeza al fracaso hay una delgada línea. Gracias Milan por enseñarme que nunca se debe dar a un rival por batido, aunque parezca que está en las últimas. Gracias Milan por enseñarme que no siempre los mejores ganan, ni los favoritos siempre triunfan.
Gracias Liverpool por enseñarme que no siempre está todo perdido, y que un rayo de esperanza puede cambiar el destino. Gracias Liverpool por mostrarme cómo uno debe levantarse y tirar hacia delante. Gracias Liverpool por recordarme que el esfuerzo puede llevarte a la gloria.
Gracias fútbol por hacerme vibrar, por llevarme como un trocito de papel en una corriente de aire: de abajo a arriba y así todo el rato. Gracias fútbol por hacerme pensar que en la vida real no siempre gana el guapo, otra cosa son las películas.
Gracias a los tres por hacerme soñar, reir, temer, gritar y casi llorar...
Mil gracias Milan, Liverpool, fútbol.
Gracias Liverpool por enseñarme que no siempre está todo perdido, y que un rayo de esperanza puede cambiar el destino. Gracias Liverpool por mostrarme cómo uno debe levantarse y tirar hacia delante. Gracias Liverpool por recordarme que el esfuerzo puede llevarte a la gloria.
Gracias fútbol por hacerme vibrar, por llevarme como un trocito de papel en una corriente de aire: de abajo a arriba y así todo el rato. Gracias fútbol por hacerme pensar que en la vida real no siempre gana el guapo, otra cosa son las películas.
Gracias a los tres por hacerme soñar, reir, temer, gritar y casi llorar...
Mil gracias Milan, Liverpool, fútbol.
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