"Tienen que hacer unas fotos a escondidas a traición y después publicarlo con el ánimo de desprestigiar. Es un ejemplo más de esta estirpe que es la caverna mediática españolista que a través de un individuo y a escondidas hace unas fotos a traición. Esto vulnera el derecho a la intimidad, es un atentando a la integridad. Ponen toda su rabia para intentar desprestigiar y erosionar al Barcelona, algo que llevan intentando desde hace años, desde mucho antes de que llegáramos nosotros, pero que no van a conseguir. Me persiguen por las ideas que tengo y así desviar la atención de un resultado que les hace daño"
Quizá Laporta no ha escuchado lo que se ha dicho por aquí de su escena. Se le ha criticado a él, no al Barça, su actitud. Se ha criticado el que celebre una victoria, por mucho que sea contra el Madrid, en Liga, por 1-0, en la 12ª jornada. Como se criticó en su momento a Mendoza y a Gaspart. Y se la ha criticado porque no es su primer desvarío, ni el último, de una persona que representa al segundo club de España, aunque él reniege de ese país y del resto de seguidores culés que hay más allá de Cataluña. Pero claro, a él le conviene hacerse la víctima, hacer al Barça víctima y a toda Catalunya. Porque existe un enemigo, un demonio, que es la prensa de Madrid, la españolista, toda aquélla que va contra él (repito: contra él, no contra el Barça). Pues mira, algo que añadir hoy a mi CV: soy un cavernícola españolista. Y a mucha honra.
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